domingo, 11 de abril de 2010

Así no se puede

Cuando un equipo propone, no siempre se gana. Pero aún sin ganar, se valora la propuesta y se puede echar la culpa a la suerte, o mejor dicho, la mala suerte.

Pero cuando el equipo se dedica a NO proponer, a cuidar un 1-0 sin arriesgar, entonces es lógico que la culpa de los puntos perdidos ya no es de la suerte.

Hace rato que estoy viendo un equipo de Unión timoranto, falto de confianza, y con tan poca propuesta. Como que no tenían ganas de estar ahí. Todo era obligado, sin convicción. Pases sin destino. Rotación sin objetivo alguno.

Y ocurrió lo que siempre ocurre. Si no propones, entonces tendrás que ver como el otro equipo hace algo y te empata (diciendo muchas gracias a la pasada). Y este equipo, el mismo que recibió 6 contra otro equipo mediocre del medio, se vió favorecido con la pereza y conformismo del equipo rojo.

Porque eso fue. Uno equipo sin alma, sin espíritu y sin ganas.

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