jueves, 21 de octubre de 2010

Hasta que cambió




No hay mal que dure cien años, dicen. Y en Unión duró casi un año completo.

La salida de Rubén Israel marcó el cambio de la actitud del equipo. Un cambio notorio en una sola semana.

Se ha hablado ya mucho sobre el estilo de juego de la "nueva" Unión Española: De la nueva vocación de protagonismo. De dejar la especulación atrás y jugar con tres delanteros.

Pero para mí la imagen mas llamativa fué el gesto de Gustavo Canales apenas Harbottle la había metido adentro el empate transitorio 1-1, faltando tres minutos para el final del partido. El delantero rojo fue a pelear el balón para re-comenzar el juego lo antes posible para intentar ganar el partido.

Eso no se habría visto en todo el año Unión. Pasamos desde un equipo que se conformó con perder contra Puerto Montt ("el otro equipo jugó bien", "hicimos lo que pudimos") hasta un equipo con hambre de ganar. Lo que antes habría sido una desesperada ansiedad de meter centros para Medina, ahora fue un desborde con velocidad por la franja.

Es cierto, todavía falta mucho para afinar la máquina. Como dijo mi amigo Juan, para el "timing" de los pases. Pero por lo menos se ganó, por salir a ganarlo.

Algunas observaciones:
1. Esperaba más público que las 10.000 personas que vinieron. Capaz que el alto precio fue parte del culpable.
2. Como es costumbre, poca gente en galería de Unión, contra los equipos "grandes". El miedo a las barras bravas también tiene su efecto.
3. Los codos parecen listos para entregar, aunque quedó extraño como se va a integrar el codo norte hacia Andes, parece que lo separará una reja.
4. Tengo la esperanza que la nueva actitud dure hasta fin de año y clasifiquemos a un torneo internacional para el próximo año. Aún hay tiempo para salvar el año.